CHRIS ANDERSEN (MIAMI HEAT)
El actual jugador de los Miami Heat se ha convertido en todo un icono mediático en todo el mundo de la NBA, Chris Andersen, más conocido como el "Hombre Pájaro", que además de ser un gran jugador, está siendo querido por mucha gente, por lo menos en Miami, gracias a su look tanto en el peinado con su cresta, como en la cantidad de tatuajes que cubren su cuerpo, según su tatuador, el 75% de su cuerpo, y casi completamente, el torso cubierto de tinta.
Todo comenzó en el año 2000, justo un año antes de llegar a la NBA, donde "Birdman" tuvo que buscarse la vida sobre todo en China y posteriormente en la D-League. En un breve paso por el medio en Nuevo México, su madre, una motera aficionada a las Harleys, se recorrió en su moto 1.300 km para poder ver a su hijo jugando al baloncesto. Tan emocionada estuvo, que cogió a su hijo y en un local de la ruta 66 le hicieron su primer tatuaje con las palabras "bien y mal" en sus antebrazos. Esas palabras quedan totalmente desapercibidas hoy en día debido a su gran cantidad de tatuajes, la mayoría, inversión de su madre, Linda, aunque algunos ya le parecen demasiados, pero respeta la decisión de su hijo. Los tatuajes que pagó su madre fueron debidos a que la franquicia de Colorado, Denver Nuggets aportó fuerte por él después de pasar tiempo en la D-League, la conocida como liga de desarrollo.
En Denver conoció a Slaughter, su tatuador particular, el hombre que a base aguja y tinta consiguió convertir a Andersen en el "Hombre Pájaro" que todo el mundo conoce hoy en día. El número de tatuajes no paró de crecer, apenas le queda la cara y parte de las piernas para poder completar un cuerpo lleno de tinta. El que más cariño le tiene es uno de los más reciente, el que tiene en el cuelo, más bien bordeándolo, con las palabras "Pájaro Libre", que fue la única vez que su Miguel ángel particular se lo preguntó dos veces a la hora de hacérselo, pero Birdman tomó una decisión y a pesar de 12 horas de dolor y sufrimiento, no se arrepiente de haberlo hecho.
Chris Andersen ya tiene entre ceja y ceja su próximo tatuaje, sobre todo si consigue el anillo con Miami Heat. A pesar del buen rollo que tuvo con su madre en los inicios del mundo del tatuaje y de su carrera deportiva, llevan sin hablarse desde el 2005. Actualmente, Andersen está casado con una chica asiática y tiene muchísima relación con su suegra, que el propio jugador admite que en este tiempo de inactividad cortado por los Denver Nuggets, se alimentó del arroz frito de la suegra para cuidarse y estar fino para el tramo final de la temporada. Y ahora mismo, al margen de la imagen que da, que atrae a la gente, también no ha desaprovechado su oportunidad y está haciendo un buen baloncesto, todo lo que se le pide, y sus compañeros admiten que es una pieza clave en este proyecto para conseguir el anillo.
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